Lo cierto del dicho popular de que las cosas nunca son tan malas como para que no sirvan para nada, lo constaté en el verano de 2013 cuando una agencia me robó mi boleto a Dinamarca y no pude viajar. Dos veces estuve con mi maleta en el aeropuerto… ¡y no, que no estaba pagado el boleto! Hay que vivirlo, para creerlo. Mis amigos apenas me creían: ¡Nooo, no puede ser!
Lo bueno de esa desaventura, y para ya olvidarme de mi querida patria fue la oportunidad de preparar mejor una nueva exposición fotográfica sobre Mérida, ahora en color que se había acordado con el director de cultura Irving Berlín Villafaña del Ayuntamiento de Mérida, para el cumpleaños de la ciudad en 2014. Como yo ya tenía más que tiempo agregó bastante a la propuesta original. Y en vez de hacer un pequeño catálogo, como se acostumbren para las inauguraciones, se hizo un librito que no quedó tan chiquitito – ¡gracias Irving! – de 200 páginas con fotografías divididas por temas, como Mérida en Domingo, Lo Escondido, A trabajar, El Beso, La Fe Esperanza y Amor y al fin con una advertencia de cuidar más a nuestra querida ciudad – ¡Nuestra historia, cuídala!
Con la escritora Mary Carmen Ávila Castro, caminamos las calles, día y noche, yo para mis fotos y ella para inspirarse en sus textos y poemas. Finalmente, para el aniversario de la ciudad de Mérida, presentamos en enero de 2014 un libro de textos y 200 fotos, así como una exposición al exterior en el Paseo de Montejo con 40 fotografías de gran tamaño. La exposición y libro fue presentado por el cronista de la ciudad de Mérida, Jorge Álvarez Rendón, y el escritor Roldán Peniche Barrera.
Y, final feliz, recuperé mi boleto y pude viajar en el verano de 2014, gracias a la intervención de la Procuraduría del Consumidor de Yucatán.