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4. Los factores que intervienen en el proceso de la platería

Vamos a referirnos aquí, a los distintos factores que intervienen en el proceso de trabajo. Consideraremos primero que nada a la fuerza humana de trabajo que son los plateros. Después nos ocuparemos del lugar de trabajo, de sus herramientas, las materias primas auxiliares y básicas.

Los plateros

Los plateros constituyen el factor principal de la producción de platería tradicional, porque sus manos, su vista y su talento, son los ingredientes vivos que forjan las alhajas.

Para 1978 se calculaba la existencia de 100 plateros activos en todo el estado, considerando a dueños, empleados e independientes y tomando en cuenta que estamos considerando como plateros, a aquellos que trabajan las técnicas tradicionales. Actualmente (1994), con base en apreciaciones de plateros de Mérida, habría más, al menos en esta ciudad.

La platería no es un oficio rural. Ha sido un oficio urbano desde siempre, por su especialización. Los actuales plateros viven en villas y ciudades, pero no en comunidades. Son gente urbana de clase media. Algunos operarios vienen de capas de más bajos recursos. Hay algunos campesinos que conocen el oficio, pero los desempeñan en talleres urbanos.

El término “platero” sirve para nombrar al que sabe el oficio y, desde este punto de vista parecería que todos son iguales. Pero al acercarnos, vemos que hay diferencias en la experiencia, la habilidad y los medios que tienen para realizar su trabajo. Existe una amplia gama que va desde el platero que sólo cuenta con su entrenamiento y con sus manos, que necesariamente trabaja para otro y que de hecho es un obrero, pasando por el platero con herramienta y con taller, que trabaja independiente, hasta llegar al platero que, además de taller y herramienta, cuenta con capital y que, por lo tanto, paga a otros que producen para él. Estas diferencias reflejan, por supuesto, una diferencia en los ingresos y en el modo de vida.

La mayoría de los plateros son hombres. Hay de todas las edades, pero los jefes de taller tienen entre 40 y 50 años. Las mujeres que practican el oficio, no lo dominan todo. Se especializan en rellenar filigrana o en soldar cadenas, que, -según los varones-, son trabajos delicados que requieren de paciencia femenina. Las primeras mujeres que trabajaron la platería, fueron las que se formaron en los grandes talleres de filigrana, de los años 40s. Antes, ninguna mujer lo trabajaba. Las que entraron a esos talleres fueron, muchas veces, las esposas o hijas de los plateros que allí laboraban. Cuando dichos talleres se vinieron abajo, ellas se reinstalaron en los talleres familiares de sus esposos o padres.

La platería exige un periodo más o menos largo de aprendizaje. Antiguamente se aprendía en el taller paterno, o en el de algún familiar o con algún patrón. Actualmente, como no es un oficio muy prestigioso ni con mucho futuro, casi no se transmite a familiares. Lo aprenden los empleados al calor del trabajo. Los patrones no quieren tener aprendices porque la ley del Seguro Social protege a todos los empleados -sean o no aprendices- y no les conviene pagar seguro a alguien que no rinde porque está aprendiendo. Dicen los plateros que, para aprender todas las técnicas, se requieren de 4 a 5 años.  Otro camino menos frecuente para aprender la filigrana, es una escuela que existe en Mérida desde hace dieciocho años. (Ver apartado 8).

Hay, en Mérida, una familia de plateros filigranistas que constituye la excepción a lo que acabamos de decir y que se estructura como deben de haberse estructurado las antiguas familias de plateros: la familia Ramos.

El padre, José Antonio Ramos Cobos, sabía el oficio, lo mismo que sus hermanos Juan y Leonardo. El tío Leonardo le enseñó a sus hijos Carlos Ramos Durán y Raúl Ramos Durán.

Don José Antonio Ramos, -cuya esposa, Celia Ma. Acosta, es de las mujeres que aprendieron a llenar filigrana en los talleres de los cuarentas-, le enseñó el oficio a sus hijos: Celia, Juan, Félix- Jorge de 20 años, Andy de 18, David de 14 y hasta Freddy de 12- lo han aprendido. Este caso excepcional parece estar floreciendo, porque la familia trabaja la plata, produce volumen y han desarrollado nuevos diseños.

En la actualidad se maquila a N$6.00 el gramo trabajado de filigrana de oro, es decir, la mano de obra solamente. El esmaltista, que hace más piezas que el filigranista, gana un poco menos de N$ 6.00.

Los talleres

En tiempos pasados hubo grandes talleres. Actualmente, la platería se ha retirado a pequeños talleres que se encuentran en las casas de los mismos plateros. No se requiere de más, debido a la poca producción y al reducido número de gente que hay en taller.

Los talleres, además de pequeños son modestos. Cuentan con pocos muebles, a veces muy viejos, que consisten en mesitas con sus sillas correspondientes, según el número de personas que trabajan ahí. Muy pocos plateros llegan a tener una vidriera para exponer sus piezas.

En contadas ocasiones se tiene un cuarto destinado a ser taller. Generalmente, el taller se confunde con otro espacio que es comedor, dormitorio o pasillo. A veces, en un rincón del patio se improvisa el taller en un tinglado.

El trabajo de platero se desenvuelve en un ambiente doméstico, no sin alguna interrupción familiar que refleja un marco de trabajo sencillo y relajado.

Las herramientas comunes

Las herramientas, como los muebles, muchas veces son viejas. Heredadas de padres y abuelos, importadas de Alemania o Inglaterra. Son ejemplo de buena calidad. En la actualidad se emplean herramientas de país y, sin agraviar a los presentes, los plateros se quejan de su mala calidad, pues ya no duran como las antiguas. Tanto las piezas nuevas como aquéllas que hay que estarlas reponiendo constantemente, se obtienen en Mérida en dos lugares: en L.D. en la calle 58 por 61, y en la joyería del señor Eduardo Rosel en la calle: 62 por 63. los laminadores, para forjar lámina y alambre de oro, los llevan a hacer un tornero de Mérida. Entre las herramientas básicas de los plateros, encontramos las siguientes:

Soplete para fundir y soplete para soldar. El equipo para sopletear se compone de un tanque de gas, una manguera el fuelle y el soplete, propiamente dicho. Generalmente se necesita dos. El que sirve para fundir es de mayor potencia, en cambio el que se usa para soldar, arroja un fuego más fino con el fin de que no se funda la pieza. Los cadeneros utilizan un soplete de boca y una mecha de alcohol, porque es el que tiene el fuego más fino, que es el que se necesita para que no se fundan los eslabones de las cadenas. Antiguamente, cuando no había gas todos los plateros fundían las piezas con este soplete. En la actualidad, sólo lo usan los cadeneros y dos plateros que no quieren usar el gas: uno en Halachó y otro en Peto (1978).

Pinzas o alicates. Son muy útiles por los múltiples usos que tienen. Sirven para tomar la pieza mientras se suelda; para sacar las piezas calientes que se han blanqueado; para rellenar la filigrana; para torcer alambre o lamina, etc.… Las hay de punta y planas, chicas y grandes.

Limas. Son tan útiles como las pinzas, pues todo el tiempo hay que estar rebajando las láminas y los alambres. Hay diferentes tipos y tamaños: medias cañas, planas, de desbastar, cola de rata y de triángulo.

Volteador. En algunos casos es herramienta básica, como entre los cadeneros, quienes para formar los eslabones lo requieren necesariamente, o como en el caso de los escarchistas, para formar los rosquitas de alambre retorcido, para otros plateros es auxiliar, pues sirve para argollas o alambres en broches o arillos y en general, para los acabados de cualquier pieza.

Tijeras. Se usan para cortar lámina.

Hilera. La hilera es una placa de acero con múltiples agujeros pequeñísimos de distintos grosores, que sirve para adelgazar el alambre de plata o de oro, al ser pasado para ellos. Todos los plateros la utilizan para el alambre de los acabados. Los filigranistas utilizan las hileras con “palacios” más finos -palacio le llaman al agujero-, porque el alambre que requieren para el hilo de rellenar, es sumamente delgado.

Riel. Es un recipiente de acero cuadrangular, que sirve para poner a enfriar el metal fundido. Cuando se ha secado se obtiene una barra. En Yucatán todos los plateros la utilizan porque todos tienen que fundir y preparar sus materiales.

Limador o tas. El limador es una máquina manual o de motor, que sirve para estirar el alambre o para laminarlo, después que ha sido fundido, ya frio, se hace pasar por unos rodillos, en caso de laminarse. Si se quiere formar alambre, entonces se pasa por unas canales que se llaman palacios. Algunos plateros que no tienen laminador, forjan sobre un tas, que es el yunque del platero.

Martillos. Hay martillos planos y de bola, de distintos tamaños. El martillo de bola es muy útil porque sirve para cincelar.

Champoneras. Son unas planchas metálicas que sirven para apoyar o asentar las piezas mientras se trabaja sobre de ellas, armando, rellenando, cortando o martillando.

Bandejas de peltre y/o pailas de cobre. Estas son muy útiles para enfriar, enjuagar o blanquear las piezas. En el caso de la plata, es necesario que el blanqueado se realice en paila de cobre.

Moldes y estampones. La mayoría de los plateros, exceptuando a los cadeneros, necesitan moldes para formar las piezas que hacen. Los estampones son moldes para troquelar la lámina y dar formas.

Segueta. Sirven para cortar y calar.

Las herramientas especiales

Las herramientas especiales son las que se usan específicamente para alguna técnica o para cierto tipo de diseño.

Chafles y buriles. Son herramientas corto punzantes que se utilizan para el grabado de lámina. Son indispensables para esmaltistas y grabadores, en cambio los otros plateros pueden prescindir de ellos.

Base de madera con goma laca. Es una base de madera a la cual se le ha puesto goma laca en uno de sus extremos, con el objetivo de fijar las piezas de metal que van a ser grabadas. Como los chafles y los buriles, son indispensables entre esmaltistas y grabadores, únicamente.

Cajas de amoldar. Son unas cajas metálicas que se llenan de ceniza y en las que se imprime una moneda o medalla. Solo se usa para los vaciados, ninguna otra técnica las requiere.

Medallas y monedas. Se utilizan como molde en la técnica del vaciado. No se usan para ninguna otra técnica.

Dado para formar bolas. Para formar esferas o semiesferas de distintos tamaños, se utilizan dado que tiene semiesferas de diversas medidas. No es indispensable para ninguna técnica, pero si es indispensable para formar piezas esféricas, ya sea en oro laminado o en filigrana.

Anillero.  Es un tubo metálico largo, de forma cónica, que sirve como molde para hacer anillos.

Torno.  Es un aparato de madera. En un extremo se pone la hilera que sirve para hacer el hilo y en el otro, tiene una rueda giratoria para ir dando la vuelta. No todos los plateros lo tienen, aunque todos elaboran hilo.

Mortero.  Recipiente de porcelana que usan los esmaltistas para moler el esmalte cuando éste viene en grano.

Crisol.  Es un pequeño recipiente de barro que algunos plateros usan para fundir.

Tronco de madera ahuecado con fuego.  Algunos plateros funden el metal en este tipo de tronquitos fabricados por ellos mismos.

Pulidor.  Es una máquina para pulir eléctricamente. No todos los plateros lo usan.

Trapos.  Algunos plateros que no tienen máquina pulidora, pulen con frotamiento a base de trapos.

Escuadra y compás.  Algunos plateros los usan para trazar con exactitud.

Las materias primas básicas

Son aquellas que forman parte indispensable de los Materiales: , porque son el material con el cual se trabaja. Es el material para ser transformado.

Oro y plata

El oro constituye la materia prima básica para los diseños tradicionales regionales. Actualmente, la plata se está usando entre los plateros de Mérida para desarrollar tantos diseños tradicionales como nuevos, dirigidos a mercados externos. Para obtenerlas hay que comprarlas en el banco. Para su compra es necesario estar registrado en hacienda. Como la mayoría de los plateros no han querido registrarse por lo gravioso de los impuestos para su nivel de ingresos, tradicionalmente han tenido que recurrir a los otros medios para conseguir el material. Dichos medios son las casas de cambio, los reventeros y más recientemente. La casa de las artesanías del gobierno del estado. La casa de las artesanías le vende el material al mismo precio que el banco, pero solo trabaja la plata. Los reventeros y las casas de cambio ganan un promedio de N$3.00 (Tres nuevos pesos. El año que se editó este libro estaba en proceso el cambio de denominación de la moneda en México) en cada onza.

Tambien se consigue aro y plata comprando retacería. Esta es más barata, pero sirve, sobre todo, para reparaciones. Es difícil usarla para piezas nuevas, a menos que sea un quilataje alto. La plata se consigue también con los venteros del centro.

En el banco se consigue el oro y la plata en alambre de diferentes grosores, pero los comerciantes no la venden así porque de todos modos el artesano tiene que fundirla para obtener las aleaciones deseadas, pues el alambre de oro o de plata es bastante puro (el que se obtiene en el banco).

La aleación más común en trabajos de oro, es la de 10 quilates, porque es la que prefiere el mercado más importante de lo tradicional, que son los campesinos. Para ligar se combinan oro fino, plata y cobre, aumentando la proporción de oro fino en la medida que se quiera obtener un quilataje más alto. Un método para saber si una alhaja es de oro. Es ponerle una gotita de ácido nítrico. Si fermenta significa que no es oro, es decir, que es menor de 10 quilates, si no fermenta quiere decir que es de 10 o más quilates. El quilataje preciso se determina según el color que tome el oro al calentarse al rojo vivo.

Entre más alto es el quilataje, más amarillo es el oro. Como existe un líquido que se llama pantasol, que algunos plateros usan para doradura de las piezas, es posible engañar al cliente, haciendo aparecer la pieza como de alto quilataje, por lo amarillo que la deja el pantasol. A eso se debe que los campesinos prefieren el oro de 10 quilates, que es más blanco.

La plata fina es de .990 y se mezcla con cobre para obtener la liga, aumentando la proporción de plata entre más pura se quiere tener.

En ambos casos las soldaduras se hacen a base de limaduras, ya sea de oro fino o de plata fina.

Esmalte: El esmalte es un cristal que se obtiene en grano o molido. Se compra en Mérida, en una joyería que a su vez lo trae de México. En Mérida cuesta casi el doble de lo cuesta en México.

Hay dos tipos de esmalte: el opaco y el transparente. El que se usan en los trabajos tradicionales es el opaco, que es un tipo de esmalte que se usa con ligas de bajo quilataje.

Cobre: El cobre se usa tanto para la liga de plata como para la de oro.

Las materias primas auxiliares

Son aquellas que son necesarias en determinadas fases del trabajo

Limón. Sirve para blanquear la plata. Se mezcla con sal y alumbre. Se usa en lugar del muriático para alhajas delicadas, ya que el muriático puede quebrar la pieza.

Sal.  Sirve para blanquear la plata, combinada con limón y alumbre.

Alumbre. Se usa blanquear la plata, combinada con limón y sal. También se utiliza en la doradura de las piezas de oro.

Ácido Muriático. Es el ácido que sirve para blanquear la plata.

Alcohol. Sirve como combustible de lámparas pequeñas con las que se alimenta la mecha. Lo consumen mucho los cadeneros que todavía usan el soplete de boca con mecha de lámpara de alcohol.

Gas. Se usa como combustible de los tanques para soporte de fundir o soldar.

Gasolina. A veces se usa una lámpara de gasolina en lugar de la de alcohol.

Asbesto.  El cartón de asbesto sirve como base para soldar piezas por ser anti inflamable.

Altincar o borax. Es la parte de la mezcla de la soldadura, que ayuda a que suelde rápido. También se usa un poco, cuando se funde la liga.

Aceite. Se usa para untar el riel en donde se pone el oro o la plata fundida, para que, al sacar la barra de metal, no ofrezca resistencia.

Bicarbonato de sodio. Se emplea para pulir la plata con un paño.

Pasta para pulido. Se usa cuando se utilizan discos y máquina eléctrica.

Papel. Sirve para dibujar los diseños y los moldes.

Ceniza. Se utiliza en el proceso de vaciado. Sobre la ceniza se imprime la medalla o la moneda que se va a reproducir.

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