Todo lo que has leído hasta esta página ha sido un largo ‘yo, yo, yo – Christian hizo eso y tal cosa’. Pero, para decir la verdad, todos estas cosa’ no las hubiera logrado sin el apoyo, consejos y colaboración de mi amada esposa Silvia Terán.
A Silvia la conocí en un congreso americanista en 1974 en el Museo de Antropología de la Ciudad de México. Yo vine de la Huasteca Potosina, excitado con impresiones de su exuberante naturaleza, colores, plantas, ríos, música y culturas indígenas de tenec. Silvia estaba presentando un trabajo sobre sus investigaciones en el Valle de Mezquital. De eso no me acuerdo, pero de ella sí. Amor a primera vista, y para muestra, consta que ha durado más de 40 años.
Con el mundo mexicano fascinante y entre los brazos de Silvia no dudé en decidir que aquí está mi mundo. Cierto, hemos pasado por las fases 1, 2 y 3 de los amantes y enamorados con truenos y relámpagos. Pero el hecho es, que aquí estamos juntos – por amor. Para mí ha sido una colaboración y convivencia que ha dejado una rica cosecha. No solamente nuestras dos hijas, Elvira y Maya, pero también un serie de libros, estudios y proyectos que no pudiéramos haber hecho solos. Aparte de lo que hemos hecho juntos, nos hemos dado espacio para nuestros propios proyectos y aventuras. De los míos se has podido leer en las páginas anteriores.
De las de Silvia la voy a mencionar en lo siguiente, dado el caso, que ellas todavía no ha decidido escribir sus memorias. Lo escribo, porque me parece importante como un fondo para entender mejor lo que hemos hecho conjuntamente, y de los consejos que me ha dado sobre mis propis quehaceres.
Silvia se graduó con una maestría en Ciencias Antropológicas de la Escuela de Antro-pología de la INAH 1974, Su tesis, supervisado por el antropólogo Roger Batra, fue sobre la conciencia social de los campesinos en el Valle Mezquital. Por varios años dio clases en la Escuela de Antropologías.
Sus propios estudios sobre las ramas de artesanías fueron los que llevaron a nuestra familia a Yucatán. Por un tiempo Silvia fue la directora de la unidad yucateca de la Dir. de Culturas Populares / SEP, para formar promotores culturales. Cuando ella renunció fue sustituido por el antropólogo José Tec, que falleció trágicamente en el temblor de la Ciudad de México en 1985.
En 1989 Silvia y yo empezamos hacer los estudios sobre el sistema agrícola milpero en Xocén, y Silvia ha conservado su gran interés por la conservación de la milpa como una posibilidad de desarrollo económico en Yucatán. La artesanía y especialmente el bordado yucateco ha sido un interés y actividad a lo que Silvia ha dedicado mucho tiempo y esfuerza.
En 1992 Se formó la fundación Tunbenkinam que capacitó cerca de 1000 bordadoras. Su experiencia y contactos con las mejoras bordadoras de Yucatán, fue lo que a mí me permitió desarrollar mi proyecto de hacer bordados para las iglesia de Dinamarca.
Desde 2012 Silvia ha estado trabajando como investigadora en el Gran Museo de la Cultura Maya de Mérida.
Silvia, sin tu apoyo, amor y tolerancia nunca podía yo haber hecho lo que he narrado en las páginas anteriores.
Gracias Silvia.