En la Catedral, los objetos hechos con metales decorados juegan un papel importante en las ceremonias litúrgicas presididas por el arzobispo u otros miembros del clero. De éstos, la Custodia y el Sagrario, son objetos muy respetados porque son receptáculos de la Hostia consagrada, el pan transustanciado en el Cuerpo de Cristo durante el sacrificio de la Sta. Misa. Es costumbre que la Custodia tenga forma de cruz, y en el centro, un circulo con rayas alrededor en el que se deposita el Santísimo Sacramento cuando es expuesto a los fieles (1); la de la Catedral está hecha con gran habilidad e imaginación; rayos de la cloisonné es una técnica de esmalte donde, en vez de grabar, tiras de metal son dobladas para formar figuras, y en las células se hecho polvo de esmalte que es soplado.
En la Capilla del Cristo de las Ampollas se encuentra el Sagrario, donde se conserva el Santísimo, Sacramento; es costumbre que la puerta del Tabernáculo tenga una imagen de Cristo; aquí, está ubicado en un arco gótico punteado, con los brazos levantados, para exponer su sagrado Corazón. Siempre está elaborado en metal, de algún valor, pero no de oro.
El báculo tiene una significación especial, porque es el cayado del pastor, usado por el arzobispo cada vez que preside una acción litúrgica. Los báculos que se conservan en la Catedral, varían en el estilo y datan de distintas épocas, desde el más antiguo, usado por el Obispo Dn. Crescencio Carrillo y Ancona, el primer arzobispo de Yucatán, Dn. Martín Tritschler y Córdova, hasta los contemporáneos, más abstractos, usado por los arzobispos, Dn. Fernando Ruiz Solórzano, Dn. Manuel Castro Ruiz, y por el actual arzobispo Dn. Emilio Carlos Berlie Belaunzarán.
Otros objetos, de gran interés y admiración, son los grandes candelabros que se encuentran en el presbiterio, con sus sagradas imágenes grabadas.
Objects of metal in the Cathedral play an important role in liturgical functions performed by the Archbishop and other members of the clergy.
Most precious of these are the monstrance and the tabernacle because they are receptacles for the consecrated Host, the bread transubstantiated into the Body of Christ during the Holy Sacrifice of the Mass. It is tradition that the monstrance take the shape of a circle of rays surrounding a central receptacle in which the Blessed Sacrament is exposed for public adoration. (1) The monstrance of San Ildefonso shows workmanship of great skill and imagination. Cloisonné rays, here in the form of a cross, mix interlacing lines with floral motifs and angels in an exquisite composition.
Cloisonné is an enameling technique in which strips of metal are bent to form figures, into which enamel dust is poured and melted with a blowtorch.
In San Ildefonso the tabernacle, where the Blessed Sacrament is reserved, is in the Chapel of Christ of the Blisters. It is customary to have a symbol or image of Christ on the door of the tabernacle. Here, the figure of Christ stands in a lancet arch, with arms raised to expose his Sacred Heart.
The crosier has special significance because it is the processional staff borne by the archbishop. Crosiers range in style from the older, ornate crosier of Bishop Crescencio Carrillo y Ancona and that of the first Archbishop of Yucatán Martín Tritschler y Córdova, to the more contemporary, abstract crosier carried by Bishop Fernando Ruiz Solórzano and Bishop Manuel Castro Ruiz and by the current Bishop Emilio Carlos Berlie Belaunzarán
On the south wall of the Cathedral is a perpetual flame, dedicated to the glorious Assumption of Most Holy Mary.
Other objects of great interest and admiration are the stately candelabras, each engraved with sacred images, positioned throughout the presnbytery.