Menú

Raúl Casares G. Cantón

Raúl Casares G. Cantón

Empresario y promotor de la cultura (1938 - 2020)
Es muy importante que un pueblo conozca sus raíces para que pueda aportar lo mejor a la humanidad.

México, y Yucatán en particular, no es un país racista, no se manejan etnias ni con desprecio de un grupo a otro ni con fórmulas de sojuzgamiento. Pero la integración no existe en lo absoluto…

El ser yucateco simplemente refleja un origen. No tiene ninguna connotación especial, porque si no, todos los seres humanos del mundo tendrían su connotación especial respecto de un estado a otro. El ser yucateco es lo mismo que ser de Dinamarca, ser de Estados Unidos, ser de África.

¿Qué responsabilidad tiene dentro de esta comunidad donde ha nacido?

Los daneses tienen su compromiso en Dinamarca, o donde estés viviendo. Yo quero evitar la singularidad de que por ser yucateco se es algo especial, que a veces se confunde ese término. El ser yucateco no es ser especial. El ser yucateco es el lugar geográfico donde uno ha nacido.

Yucatán es un pueblo que tiene una herencia y una cultura muy fuertes, incluso poco conocidas por los mismos yucatecos. Uno de los problemas que tenemos nosotros es que no tenemos raíces. Cada cultura tiene mucho que aportar en cosas distintas que otras naciones no tienen.

¿Cuál es la idiosincrasia del yucateco?

Es un pueblo básicamente tranquilo, es un pueblo laborioso y es un pueblo al que le gusta cantar. Sus tristezas y alegrías las mide mucho en sus cantos. Canta en el pueblo, canta en las iglesias, en las reuniones familiares y de los amigos. Es un pueblo tranquilo, pero poco conocedor de sus raíces. Las raíces del pueblo yucateco son muy ricas. Hay gente que sí las conoce, pero en promedio la gente yucateca desconoce sus raíces. Es muy importante que un pueblo conozca sus raíces para que pueda aportar lo mejor a la humanidad.

Tenemos un clima caliente y eso da una fórmula de vida, una fórmula de actitud, una forma de trabajo. Pero por ser parte del mismo pueblo me es difícil dar un análisis del pueblo.

Yucatán tiene extraordinarias raíces y cada una de esas raíces está enclavada en la tierra, en la parte de la cultura, en la parte pictórica, en la parte musical, en la parte de trabajo; el henequén es una herencia extraordinaria del siglo pasado. No es conocido suficientemente por los yucatecos. Y no es conocido porque no hay quién no lo enseñe.

Un pueblo es un binomio de quien les enseña y quien les aprende. Si no hay quien les enseña, es muy difícil que el que aprende puede aprender. Y mientras no exista un orgullo por sus raíces, por lo que ha sido en el pasado, que haya bases para hacer mejor en el futuro, es más difícil la tarea. La Enciclopedia es un vehículo. No es una narración de hechos de Yucatán. Es un cúmulo de fichas de hechos, de biografías, de cosas que pueden ser que abran el apetito de la gente, o como un libro de consulta para luego ampliar ellos, en donde están las fuentes. La Enciclopedia es para mejorar en conocimiento del yucateco y promover a Yucatán en el exterior. Y el conocimiento da compromiso. Y lo que se requiere aquí son compromisos, el compromiso de hacer mejor las cosas, el compromiso de mejorar en nuestro término de tiempo que nos toca mejorar a nosotros. Generaciones anteriores mejoraron lo que a ellos correspondía.

México, y Yucatán en particular, no es un país racista, no se manejan etnias ni con desprecio de un grupo a otro ni con fórmulas de sojuzgamiento.

Pero la integración no existe en lo absoluto. La integración de los grupos indígenas con los grupos de descendencia española básicamente, o de otros grupos étnicos que han venido a Yucatán, no existe. Desde luego hay mucha más integración entre la colonia libanesa y los yucatecos descendientes de españoles, que entre la española y la propia maya. Y eso no se da aun no existiendo racismo en el grupo de ascendencia española. Sí existe cierto desprecio al grupo maya. La etnia maya se ha vuelto elegante para algunos grupos que van a su rescate, pero van a su rescate en papel de discurso. Para poder salir al rescate, o para poder hacer la integración con las etnias mayas, hay que ir a vivir y convivir con ellos, o bien, hay que ir a traerlos y convivir y trabajar con uno, o por los dos caminos. Pero no, yo hago mi crecimiento y tú el tuyo. Esto no es posible. No hay racismo, pero tampoco hay integración.

Yo he nacido en Yucatán y disfruto inmensamente de este ambiente, pero puedo decir que no me gusta su escaso conocimiento de sus raíces. Yucatán no es el mejor del mundo, pero es lo mío, es lo que me tocó vivir.

Como ya dije, lo que menos me gusta es su poco conocimiento de sus raíces. No creo que los yucatecos hayan sido dominados por los uaches. Creo que cada vez que llega un uach a nuestra tierra, acaba dominado. Lo que existe en México como poder central, sí hay un centralismo.

Un centralismo donde las medidas que se toman generales en nuestras comunidades provienen del centro, pero cada vez menos provienen del centro. Pero yo no diría que estamos dominados por el centro. Todos los problemas que hay en Yucatán son creados por los propios yucatecos, sin excepción. Si nosotros queremos trasplantar esos errores a otra gente, a otras latitudes, nosotros estamos cometiendo un error en ese mismo instante. Tenemos que responsabilizarnos de los problemas que son nuestros. Y las soluciones también son nuestras.

Yo no creo que tengamos un problema grande, no creo que haya una ruptura social en Yucatán. No creo que los yucatecos seamos enemigos. No creo que el yucateco esté con ansias de dominar al otro yucateco. Podemos salir a buscar los problemas y decir, eso es mayor, ese es mediano y ese es chico. Es un cúmulo de problemas que tenemos que salir a resolver.

No nos debe agobiar si en el inventario son varias o muchas las cosas que tenemos que resolver. Hay muchas cosas que hay que corregir. No hay El Gran Error o El Gran Problema, sino hay muchos. Todos los días que hay que levantarse y resolver los problemas diarios. Hay que llegar al segundo día dejando algunos de esos problemas resueltos. Es una serie de factores que tenemos que reordenar en nuestra vida.

¿La crisis económica de cuándo? Existe la crisis de hoy, de hace 10 años, de hace 50, de hace 100, y la que viene dentro de 10 años.

Cuál crisis es mayor… Si pensamos que todos los problemas provienen de la crisis y nos dedicamos a resolver los problemas de la crisis, entonces acabamos sin resolver nada. No me gusta eso de que siempre tenemos algo grande que resolver. Y como no resuelves los problemas grandes, posiblemente caigas en una decepción y tampoco resuelvas los pequeños.

A la mujer que más admiro es a mi madre, por muchas razones. Y al hombre yucateco que más admiro es a Juan Duch Colell. Porque es un hombre preparado en las disciplinas de la cultura. Él ha manejado su vida dentro de lo que él ha considerado bueno. Y se ha dejado como paja lo que ya no sirve, y se ha quedado con la esencia de las cosas.

Lorenzo Servitje, el presidente de Bimbo, es el mexicano que más admiro. Es un hombre con un gran compromiso social. La riqueza no la mide por el monto de lo que tiene sino por el monto del bien que hace socialmente. Es un hombre serio. Es un hombre honesto.