En las fiestas patronales, los profusos bordados que decoran los hipiles de las mujeres, los estandartes y pabellones que identifican a los gremios religiosos, los ternos y pañuelos de las vaqueras, y la mantelería de los altares eclesiásticos y domésticos, inundan de flores de hilo el paisaje de las comunidades yucatecas.