Escrito por Gaspar Canul
Hay un hombre que vive en San Francisco, un poblado cerca del kilómetro 80*, por el camino a Cancún, que siempre viene aquí, a Xocén, para chingar a las mujeres que no están casadas. Pero no llega caminando, sino volando, aproximadamente cada cuatro días. Las muchachas se dan cuenta sólo porque a veces despiertan sin los calzones puestos y sus hipiles están recogidos hasta los se- nos. Ellas se preguntan:
–¿Qué hice para que mis ropas estén así?
Ellas no se imaginan, porque ese ladrón no se dejaba ver. Decidieron contárselo a sus hermanos
cuando regresen de Cancún. Al saber lo que estaba pasando, sospecharon el motivo, y uno de ellos
No está bien que una esposa salga de noche como wáay chivo o wáay m gente le dijo a un marido que su esposa era wáay, pero él no lo creía, por en las mañanas ella estaba en su hamaca. Pero los amigos le advirtieron co le decían:
–Mira, tu esposa sale de noche.
Él no lo creía.
Hasta que una noche se puso a espiarla y quedó despierto, y para aseg
tillas para que no duerma rápido. Porque cuando él cae en su hamaca, qued
preguntó:
–¿Como qué días sucede?
–Bueno, casi cada tercer día.
–Lo voy a espiar.
Se puso la ropa de sus hermanas y se puso en su lugar, pero dentro de la misma hamaca guardó
esa vez hacía como que estaba durmiendo. Como a las doce de la noche esc
miis: “Miau, miau”, estaba llamando. Los gatos llegaron hasta los bajarequ
–¿Ya durmió? –preguntaron los gatos.
–Sí, ya durmió –dice la señora.
–Pues, vamos entonces, ya es hora, vámonos.
su escopeta.
Como a las once o doce de la noche, oye que se acerca un gato: “Miau, miau”. Llegó y brincó la
¡Ajá!, ahora sí lo creo, se dijo el marido, que mira la hamaca de su esposa:
es cierto, mi esposa es una wáay. ¡Bueno, ni modos! Pero me han dicho que
albarrada. El espía agarró su escopeta y le disparó: ¡Buuum! Le pegó directamente en su cabeza. El
gato no murió allí, llegó a su casa, allá en San Francisco, para morir.
como wáay no llevan su cabeza. Voy a buscar dónde la guardó. No la llevan,
Salió el marido a buscar donde creía que su esposa había guardado la
El hijo del violador vive aquí en Xocén. Después llegó la noticia de que su papá había muerto.
contró detrás de un tronco medio seco; allá estaba asentada, y el cuerpo
Dijeron que lo tumbó un caballo y chocó su cabeza en un tronco y murió. Pero no era la verdad. Fue
la herida que le causó la bala.
diversión.
Me han dicho, se dijo también él, que para evitar que se una otra vez la
Después de eso, el wáay miis dejó de venir, y el problema se terminó.
pone sal donde está el corte. Así la voy a joder, pues si quiere andar como