Categoría: Catedral de Mérida

La Catedral de Mérida  fue la primera catedral terminada en el continente Americana. A solo 56 años después de la conquista de Mérida en 1542, la antigua ciudad maya T’ho.  Y desde entonces solamente se agregó pocos detalles.

La Península de Yucatán fue una gran decepción para los españoles. En ella no había oro ni otras riquezas en las que habían soñado los conquistadores. Tampoco la tierra parecía propicia para la agricultura, practicada habitualmente por los peninsulares. La decepción no se podía expresar mejor que con las palabras del obispo Fray Diego de Landa, tercer obispo de Yucatán, en su libro Relación de las Cosas de Yucatán: “Yucatán es una tierra de menos tierra que yo he visto”. Y, agrega a eso la rebeldía de los indígenas mayas.

Esta pobreza esta reflejada en la catedral. Comparada con otras iglesias del Centro de México la Catedral de Mérida sí parece pobre. Refleja falta de recursos. En lugar de restarle belleza e interés, esa misma ausencia de ornato destaca una magnífica composición de la fachada. La sobriedad de su interior contribuye a una sensación de harmonía superior a la de muchas otras iglesias ricamente ornamentadas del Centro de México.

En 1915 fuerzas revolucionarias saquearon la iglesia. El altar mayor y varias imágenes fueron tirados y quemados en las calles.

Durante los años treinta y cuarenta del  siglo pasado, la catedral estuvo cerrada por años a consecuencias de las llamadas Guerras Cristeras, que se combatieron en otras partes de México.

El día 11 de Agosto de 1993 el Santo Padre Juan Pablo II, rezó en la Catedral. Fue en un ambiente en el que los sentimientos religiosos y la tolerancia marcaron una nueva relación entre la Iglesia y el Gobierno.

La historia de la Catedral de Mérida es la historia de los yucatecos y de México.