Este libro contiene la historia y experiencias de una larga, feliz y -me atrevo a decir- prolífica vida como antropólogo. Mi interés siempre se ha centrado en documentar con imágenes más que con letras. Para ello he usado mi cámara con la firme convicción de que un rollo de fotos puede decir más que un rollo de texto. De por sí, nunca he sido muy bueno para manejar las palabras, y menos con mi mal dañol, que es el español que nunca he perfeccionado. Cuando de textos se ha tratado he dejado la palabra a mi querida compañera de vida, Silvia Terán.
Durante mi ya larga existencia, siempre he procurado acompañarme de mi cámara, aunque recuerdo con pena que muchos de los mejores motivos se hayan presentado justamente cuando no la llevaba. Ni modo, así se aprende. La documentación siempre ha sido mi meta. La fotografía como arte no me ha motivado, pero aprecio los buenos resultados de quienes se desempeñan como foto-artistas.
He sacado imágenes en varios países del mundo, pero en este libro me he enfocado en las historias de mis fotos en México, en la Huasteca Potosina, y particularmente en Yucatán.
Vine a México en 1974 con un contrato de dos años con el INI (Instituto Nacional Indigenista). Nunca me imaginé que estaría aquí todavía. Pero como dice la sabiduría popular mexicana, “jala más un par de tetas que dos carretas”. Mi unión con Silvia me dio todas las posibilidades y felicidad para realizar una vida plena en todos los sentidos. Sin olvidarme de mis raíces, México definitivamente ha sido mi destino. Mil, mil gracias a todos los mexicanos y mexicanas que me brindaron facilidades en mi camino y me inspiraron.
El fin de escribir mis experiencias y seleccionar algunas fotos se debe en un principio a un gusto personal, y para demostrar a mis hijas, nietos y, con el tiempo, bisnietos lo que hizo su papá, abuelo y bisabuelo. Pero, ¡vanidad, vanidad!, creo que también mi relato de vida puede ser interesante para personas cuyo interés es la historia de los mexicanos y, en particular, de los yucatecos.
Al haber tenido la oportunidad de trabajar tantos años (desde 1979) en Yucatán, he acumulado una gran colección de fotos análogas y desde 2012, digitales, las cuales me interesa que puedan ser de interés y accesibles a las futuras generaciones. Con el fin de que puedan tener idea de los temas y de la organización y puedan usar mis fotos, he agregado al final del texto un listado de las publicaciones en donde he presentado algunas de ellas.
Además he agregado una explicación acerca de cómo he organizado mis múltiples fotos, para que sea más fácil encontrar la foto que buscas para ilustrar un tema.
En tantos años de enfocar al mundo con mi lente fotográfica, siempre he encontrado muchísimo apoyo tanto por parte de los retratados como de quienes me facilitaron la presentación de mis fotos. Siempre he procurado, aunque no siempre he logrado, devolverles su retrato.
En cuanto a personas y amigos de Yucatán, quiero agradecer el apoyo del fotógrafo Víctor Rendón, al editor Raúl Maldonado Coello, a Addy Rosa Cuaik y a la restauradora Rocío Jiménez “Chiri”, todos ya fallecidos. También a La Casa de las Artesanías, al fotógrafo Humberto Suaste, al pintor e ingeniero Jaime Barrera, al antropólogo Irving Berlín Villafaña y al paciente corrector de mi mala redacción Jorge Cortés Ancona. A Miriam Pérez Ballesteros le doy las gracias por su buen trabajo de editar el libro.
Pocos son mencionados, muchos son recordados.
¡Gracias a todos por proporcionarme inspiración y material para sacar tantas fotos!
Toda una vida con tantas vidas…
Gracias,
Christian
Proyecto realizado con el apoyo de
