Andrea Herrera, aquí con tanta risa como su pelo negro rizado. Ha seguido la tradición titiritera de llevar risas a los niños. Trabajó por años en el Teatro Pedrito con su papá Wilbert Herrera y a su fallecimiento continuó con el honorable oficio de titiritera. Además, la he visto en obras como Las huiras de Sierra Papacal, de teatro regional, con la actriz Conchi León y en El rosario de filigrana, una obra emblemática de teatro regional de 1953, con crítica social y final feliz, de Fernando Mediz Bolio, hermano del literato Antonio de los mismos apellidos.