Menú

Tiendas

Los anuncios son de lo más variopinto y relajientos. Los vendedores más viejos del rumbo lo demuestran fehacientemente, anunciándose con una vetusta lámina a manera de cartel. Las onduladas hamacas se hacen presentes sostenidas por una familia feliz, con todo y perro en la playa o con el hilo de musaraña que es tan resistente como para aguantar elefantes. Unos descomunales lentes reflejan el paisaje y un anuncio que expresa una verdad repetida tantas veces: “He comprado ropa toda mi vida y aún no tengo que ponerme”.

Más Capítulos