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6. El maíz y cómo se formaron las piedras por la nuera Ilibtsil

Escrito por Gaspar Canul

Los abuelos dicen que cuando hubo gente en esta Tierra, no había piedras, sólo es pura tierra; y todo lo que siembran las personas, logran sus cosechas porque la tierra todo el tiempo es húmeda. Las personas que hacen milpas no lo cosechan todo, que cuando empezaron, un mecate (20 x 20 metros) de milpa hacen, pero no lo comen el maíz todo, porque una vez que siembras maíz ya tienes virtud. Todas las personas que siembran maíz tienen virtud, porque una vez que tengas virtud de lo que siembras o lo que llegas a tener como dinero, oro, ropa, comida, etcétera; todo esto, que no es de gastar, es virtud. Los señores antiguos vieron que es mucho un mecate de milpa, y nomás se siembran cinco o diez maíces alrededor de sus casas y con eso tienen virtud. Ese tiempo pasa virtudes porque una persona llega a tener una cosa que no es de gastar, que ese tiempo nadie es pobre, tienen virtudes; porque en ese tiempo que no había hacha, machete ni coa, no hay camión, hay pura virtud.

Que una vez se casó el hijo de un señor, y se pasó la nuera dentro de la familia. Y esa familia hacen nixtamal en un káat (recipiente hecho de barro), que lleva kanmuut (dieciséis kilos); cuando ponen la mitad del maíz, cuando cuece se llena ese káat, aumenta la mitad de maíz. Que una vez la nuera tocó hacer el nixtamal, el k’u’um; desgranó todo el elote y puso todo el maíz en el káat, para que lo vea si es verdad que no es bueno hacer nixtamal mucho; y puso en la candela y se acostó y se durmió esa nuera. Ese nixtamal se está cayendo encima que está cociendo, eso la despertó, y cuando vio que dentro de su casa ya mero se llenaba con el nixtamal que hizo, salieron y no pueden sacar de la candela, porque sigue rebosando y el nixtamal llenó la casa y empezó a salir afuera. Y vieron que ya está saliendo, cayendo hasta en la calle porque en sus terrenos ya formó un cerro grande, y la nuera pensando cómo lo va a hacer el nixtamal que sigue amontonando, y empezaron a regañarla por su esposo y sus suegros, y vino su mamá de la nuera, y cuando vio en las calles llenos de maíz de nixtamal, y condenó a su hija que ella lo vea dónde va poner ese tanto nixtamal que sigue creciendo los montones, y que lo cuida. Y la nuera dijo a su mamá: “Lo hice así porque mi suegro tiene mucho maíz, cuándo lo van a gastar, pero resulta aurita hasta dónde ya llegó amontonado”; y la mamá dijo: “Hija, cuídalo día y noche este santo maíz que echaste a perder así.” Y la nuera se fue a ver su káat si falta mucho que cuece, y cuando lo vio lo que quedó en el káat, coció mucho, quedó como pozole y ella, la nuera, empezó a botar el nixtamal y agarró su p’úul (cántaro) y lo llena y se va botar en el monte, haciendo montones, y entró la noche, no hizo nixtamal porque hay suficiente, y pensando cómo se va a acabar ese tanto nixtamal.

Y ella se acostó a dormir, que en sueño le dijeron por un señor: “Ése santo maíz que hiciste así, es la virtud que echaste a perder, haz de saber; aurita que tu esposo tiene que fajar del trabajo para hacer bastante milpa para que puedan tener maíz”, y que el señor también dijo: “Como tú echaste a perder esa santa virtud, tú vas a cuidar todo el tiempo porque es nuestra vida que echaste a perder, cuando mueras, tu espíritu siempre va cuidar todo el tiempo esa virtud del maíz que ves aurita regados en la calle, y es pecado botarlo en el monte.”

Y, después, no vio dónde se acabó ese señor, desapareció, y que cuando ésta amaneció y despertó, platicó lo que soñó, y después salió a ver el nixtamal que se volvió de tuunich (piedra), todo donde se regó quedó piedra, y el montón que llenó su casa y su terreno quedó un cerro de piedra, y lo que llevó en el monte a amontonarlo quedó de bu’utun (cerros bajos), y siguen creciendo las piedras, hay que están grande y chicos, y también los cerros.

Que la nuera quedó pensando que lo que hizo no es bueno porque el nixtamal que hizo bastante, se volvió de piedras. Y cuando entró la noche, rajaron la mitad de un grano de maíz para nixtamalizarlo, y puso en la candela, y cuando coció sólo la mitad de maíz, no aumentó entonces; y pusieron un kilo en el káat y coció nomás un kilo, no aumenta; lo que sigue aumentando es lo que volvió piedras.

La virtud que puso Dios a las antiguas personas que no aprendieron a cuidar, se les volvió a quitar; toda las personas quedaron sin virtud, todo lo que producen no aumenta, fue tiempo cuando las personas empezaron a hacer bastante milpa como hasta aurita.

Entonces la nuera escarbó las piedras para sacar su káat allá abajo, pero no pudo, quedó puro sascáb (tierra blanca y caliza), y la nuera soñó que vino el señor a hablar con ella, y éste dijo: “El maíz que quedó piedra un tiempo, mis hijos para hacer sus casas y koot (albarrada) y el saskab va a servir a ellos, usted, tú eres la culpable de que echaste a perder el santo maíz, llegas a saber aurita que usted, nuera, no vas a tener hijos nunca para cuidar, lo que tienes que cuidar son las piedras, porque eso son tus hijos. Cuando mueras, dile que ponga una piedra donde te entierren para que piedra haya hasta debajo de la tierra.”

La nuera, cuando despierta, conversa a sus suegros lo que dijo el señor que soñó. Su suegro platica a más personas lo que dice su nuera, y cuando la nuera murió no tuvo hijos, y donde abrieron su muknal

(sepultura) pusieron una piedra como lo dijo antes que se muera. Y todas las piedras se extendieron en todas partes, que antes que se muere la nuera, donde botas una piedra, crece la piedra y en sus lados hay más piedras; y cuando murió la nuera dejó de crecer las piedras.

Y los señores antiguos cuando escarban tierra, encuentran piedras abajo, saben que no hay nada, y pensaron que la piedra que pusieron de la sepultura es lo que se extendió abajo. Por eso los abuelos saben la historia de cómo llegó a tener piedras en esta Tierra y quién es el dueño; por eso dicen, la virtud de los antiguos es lo que volvió piedra porque no aprendieron a cuidar. Por eso los abuelos platican que el maíz hay que cuidar mucho, es malo botarlo porque tienen miedo que desaparezca el santo maíz, porque lo están oyendo lo que pasó a la nuera. Por eso al tuunich le dicen santa piedra, porque es santo maíz que volvió así, que todas las piedras que vemos aurita regados, que es maíz; y los cerros, el bu’utun, es donde se enmontonó el nixtamal; y los cerros de saskab es el káat donde se derritió el resto del maíz que quedó bajo el cerro. Es lo que vemos aurita, no sólo lo cuentiaban los abuelos, lo estamos viendo hasta aurita.

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