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Jinetes del cielo maya

Dioses y diosas de la lluvia

Jinetes del cielo maya, dioses y diosas de la lluvia

Relato de Celso Dzib

Mi pobre abuelo nos contó cómo empezó por primera vez la tierra en donde vivimos.

Cuando Jesús quemó la tierra de los hombres puso dos Santa Cruces para regar la tierra. Tenían que regar la tierra en abundancia, pero ellos no lo hicieron bien, lo hacían cuando se les antojaba, regaban por aquí, por allá, y el viento llevaba lejos la lluvia. Mientras, la tierra ya estaba muy caliente y estaba por encenderse, porque no llegaban las lluvias; lo que el demonio aprovechó para engañar a los hombres y perdieran su derecho con Dios.

Después de eso, vinieron dos señores y le dijeron a Dios:

—Jesús, la tierra ya se va a prender, el trabajo que te hacen, no lo hacen con cuidado las dos Santa Cruces. Nosotros sí lo podemos hacer.

—¿De veras tienen la voluntad?

Ellos contestaron:

—Sí.

Fue así como se crearon a los dioses de la lluvia.

Jesús les pregunta:

— ¿De veras lo harán? ¿Cómo lo piensan hacer? ¿Pueden hacer que llueva sobre la tierra por un día?

—¡Ay, Jesús! —respondieron—, no podemos afirmar si podemos hacer en un día todo el trabajo sobre la tierra, porque es muy grande, pero yo te afirmo que en dos días sí hago que llueva. La lluvia puede llegar sobre 20 o 30 leguas, también sobre 100 leguas. Allí, en las 100 leguas, te digo que 10 calabazos de agua de 10 cenotes iré a buscar, pero sólo un calabazo voy a llenar.

Si tú me das poder Jesús, los hacemos.

—Está bien hijos, sí se los doy, ¿qué quieren?

—Tienes que darnos un rifle, un chicote, también vas a darnos un coche, un caballo y un calabazo.

—¿De veras lo hacen?

—¡Sí, sí lo hacemos! Si no lo hacemos Señor, ahórcanos aquí sobre la tierra, aquí en el lugar que es el Centro del Mundo. Allí ahórcanos, en el final del pueblo. Allí le dijeron a Jesús que los mate si no llevan a cabo el trabajo.  —Muy bien hijos, vengan a buscar las cosas, porque todavía no se ha hecho la bendición sobre la tierra.

Entonces se les entregó lo que habían pedido. Dios les dijo:

—A las siete de la mañana les entrego las armas que piden: un rifle, un chicote, un silbato, un carro y un caballo.

Nuevamente los dioses de la lluvia le comentaron a Jesús:

—¡Jesús, sabes, necesitamos tres caballos para nosotros! Los caballos que necesitamos para trabajar son: un caballo que esté muy flaco y que aparezcan sus huesos. Para el viento necesitamos un caballo blanco y gordo. Y uno más para los ciclones y que haga moverse las piedras.

Entonces les entregaron todas las herramientas de trabajo a las siete de la mañana: el calabazo, el rifle, el chicote, el silbato, el carro, un caballo bien flaco para que jalara el carro del agua, el caballo para el viento y un caballo para los ciclones. El último caballo es para que las piedras puedan moverse.  Se les entregó sólo dos caballos. Un caballo era para el viento y el otro para los ciclones. El primer caballo tumbará sólo maderas y casas de madera. El segundo, casas de piedras, y luego deberá hacer que las piedras bailen, y al final también va a matar a la gente aquí sobre la tierra. Pero de eso no tienen permiso de Dios, sólo el agua del ciclón, que viene año con año, va a realizar aquí en la tierra de Yucatán. Hay temporadas en que el ciclón sólo pasa por el este de Yucatán y en otras ocasiones pasan sólo por el mar.

Eso es lo que pidieron a Dios por primera vez en el mundo.

Entonces a las siete de la mañana se les dieron las armas y dijeron:  —Prepararemos la lluvia. Con un calabazo, la lluvia llegará hasta sobre 100 leguas. Le pondremos el agua de 10 cenotes al calabazo. Después lo subiremos al carro para regar sobre las 100 leguas. Después vamos a regresar a buscar otra agua.  Nuevamente les dice Dios:

—¡Ay, hijos, si es verdad que vuelven, vayan sobre la tierra! Mejor empiecen a regar por el este (lak’iin). Vayan por el oeste y rieguen al final del pueblo. Allí se encuentra un pozo y podrán llenar el calabazo y regresar otra vez para seguir el trabajo. Irán por el norte (xaman), allí, igualmente, hay otro pozo que hice para que vuelvan a llenar el calabazo. Regresen por el lado derecho, al cruzar harán que llueva sobre la tierra, porque está muy caliente y va a prender.

Entonces se fueron los dos señores cháakes.

Las Cruces de antes estaban contra Dios, pero se arrepintieron cuando vieron el trabajo que realizaron los dos señores. Sintieron lástima por la tierra, porque estaba a punto de prenderse y no caía la lluvia. Las dos Santa Cruces que dejó Dios empezaron a levantar la lluvia, pero se burlaban de ellas, les gritaban, los diablos se carcajeaban, les tiraban por otro lado la lluvia para que no trabajaran. Entonces, Dios le dijo a las dos Santa Cruces que le servían en un principio:

—Entreguen el puesto a las 6 de la mañana.

Las dos Cruces agarraron todo lo que les había entregado y se lo dieron a los nuevos.

Entonces, a las siete de la mañana, los dos cháakes pasaron por agua a los cenotes para llenar el calabazo. Lo llenaron y después lo pusieron en el carro; le dieron con el chicote al pobre caballo, que se caía de flaco, hasta sus huesos aparecían.

Empezaron por el oriente-este (lak’iin), comenzaron desde su casa o lugar (kantis kaaj). Iniciaron las lluvias, lluvia, lluvia y más lluvia. Llegaron hasta el final de la tierra, por el poniente (Chik’iin). Con las lluvias derramaron el agua de los 10 cenotes.

Dios también señaló el lugar de donde deberán agarrar agua. Las piedras que se harán a un lado, son piedras que no pesan, así podrán entrar a llenar el calabazo y regresar de nuevo sobre el trabajo señalado (de hacer llover).

De nuevo regresaron al final del norte (xaman), dieron vuelta y se fueron hacia el sur para así formar una cruz sobre la tierra. Para ese tiempo, ya eran las 10 de la mañana; a las 11 de la mañana terminaron de regar toda la tierra. Porque la tierra ya estaba por encenderse, por el bochorno del sol. Los señores dijeron que harían llover en dos días, pero lo hicieron en unas cuantas horas de la mañana.

Cuando los cháakes regresaron por el norte (xaman), los diablos se burlaban de ellos, les decían cosas malas y los miraban muy mal. Como los cháakes portaban armas, tenían chicote, a todos los que se burlaban de ellos les decían:

—¡Péguenles, mátenlos!

Y fue así que se escuchó el ruido del rifle: len, len, len, hicieron los dioses

de la lluvia. Si no suena el rifle, es que sólo utilizan el chicote para pegar. De verdad, el viento hace maldad a los que no escuchan o son rebeldes. Los cháakes agarran su rifle, disparan, ¡tan, tan!

Después de matar a los diablos, los subieron al carro y se fueron sobre la tierra, ahí vieron a 13 diablos que le hacían maldad a las dos Santa Cruces para que no regaran la tierra. Uno de los señores los pescó, porque los dos señores son muy valientes, pues ellos se lo presentaron a Dios.

Dios vio que a las 11 de la mañana ya había llovido demasiado en la tierra, todo estaba bien mojado. Al terminar, los dos cháakes se presentaron con Jesús.

Le dijeron a Jesús:

—Jesús, venimos a decir lo que ya hicimos para que no nos regañes. Ya tiramos agua de los cenotes y ya mojamos toda la tierra.

—No importa hijos, aunque derramen el agua de 100 cenotes no me molesto, porque para eso sirven, por eso los puse en la tierra.

Entonces respondieron los cháakes:

—Muy bien, Jesús. Aquí están los diablos que castigamos por lo que le hicieron a las dos Santa Cruces. No se dieron cuenta, les tiramos con el rifle, aquí están.

Estos animales se parecen a los gallos, tienen cresta, se parecen a las flores de xtes, tienen corona como un sombrero.

—Está bien —dijo Dios—, estos demonios que trajeron para entregarme están muertos, yo los voy a revivir. Quiero saber por qué hacen maldad a todos los señores que pasan a regar sobre la tierra. Cuando los resucitó Jesús, comentaron los cháakes:

—Pues nosotros vemos que sólo vinieron a hacerse de vivos, sólo son muy vivos.

Los diablos dicen que ya se arrepintieron porque no estaba bien lo que hacian.

Entonces les dijo Dios:

—¡Ay, hijos!, se les dio la orden de regar, pero ustedes sólo están jugando, porque los señores que he propuesto, no son de juego, son de verdad. Si no obedecen, si se burlan y les hacen maldades y otras cosas, ellos (los dioses de la lluvia) tienen rifle, tienen chicote, enseguida te meten un tiro, enseguida echan balazos y les traen a mi presencia. ¡No se atrevan a hacer esas cosas!

—¡Muy bien, Señor!

Dios se dirigió a los nuevos cháakes:

—Muy bien, hijos, voy a dejarles para que año con año hagan que llueva. Primero sobre la tierra, después donde tengo mis animales. Porque aquí donde estamos sólo somos los animales de nuestro señor Jesucristo. Es como tener una gallina, un perro, un cochino, a tus animales tú los mandas, no ellos te mandan, porque tú los crías y son tus animales. Así es donde nos encontramos, a la derecha de la mano de Dios, así estamos y así nos puso, como sus animales.

Entonces Dios dijo a las dos Santa Cruces:

—Bueno, está bien hijos, voy a dejarles en cuenta que son mis hijos, aunque ustedes estén en mi contra por hacer maldades. También les digo a ustedes que el que haga bien, le irá bien, si haces mal, mal te irá. Así le dijo Dios a ellos. Por eso si eres terco (malo, descreído y desobediente), ya estás en ese camino. Aunque seas pendejo, en donde quiera que estés, serás hijo de Dios Nuestro Señor, porque los tercos son hijos del demonio y no son personas buenas.

Dios Nuestro Señor les dijo a los dioses de la lluvia, los cháakes:

—Muy bien, hijos, ya pusieron toda su voluntad, ya realizaron mi trabajo como yo lo tenía pensado, ya lo tienen todo listo. Para que ustedes sepan, ahora yo les voy a hacer sus pueblos.

Fue así cómo Dios creó las casas y los pueblos. Todo lo puso en su lugar.

Así quedó el Centro de la Tierra el lugar donde se encuentran las tres Divinas Personas, al final del pueblo, delante del Centro de la Tierra. Es aquí donde se encuentra el Santo Cristo, al cual se le hace su fiesta.

Yáax ChAako’ob

Celso Dzib

—Primera vese kia’lik óotsil in abuelo te’ tun bin yaanliko’on.

—Le ka’ tu toka Jesús e lu’um ti’ e máako’obo’.

Ti’ tun lelo’ ka’ bin ts’aa’ ka’atu Yuum Santa Cruz ti’a’ jóoya’at  e Santo yok’ kaaba’, mix tun betko’ob bini’, chen junpuul te’elo’, junpuul te’ela ku cha’hablo’ob men iik’e’ ku bisa’alo’ob pulbile’, mientras ke yook’ kaaba’ ta’aytak u joopo, minan santo ja’ ku k’áaxa. Entonces ti’ tun lelo’ tumen e k’aso’, le máako’ ts’u’ perdero u derecho ti’ Diose.

Ka bin tia’alobe’.

Ka bin taalo’ob ka’atu máak ka tu ya’alo’ob ti Jesús.

—U’uye Jesús, kio’ob bin ti’. Yok’o kaaba’ ta’aytak u joopo, le meyaj ku menta tech, lelo’ mix tun k’uch yool e ka’atu Kruzobo, to’one je’ beetke’.

¿Jach tun yaana voluntades?

¿Yaan?

—Entonces ti’ tun lelo’ tumen e k’aso’, le máako’obo’ ts’u perdero’ob u derecho ti’ Diose, ka’ bin tia’alo’obe’.

U’uye Jesús, kio’ bin ti’. E  yóoko kaaba ta’aytak u joopo, le meyaj ku menta tech lelo’ mix tun k’uch yool e ka’atu Kruzo’obo’, to’one je’ beetke.

¿Jach tun yaana voluntades?

¿Yaan? —lete’ tun p’aat Cháakilo.

—Lete’ tun p’aat Cháakilo.

¿Jach tun a beetke’?

—Jach bix a tuuklike’ex, ja’ jóoya’tke’ex yóok’o kaab tak unp’e k’iine’.

!Ay Jesús¡, ki bin u t’aan, mix tin afirmartik wa jin jóoya´tik unp’e k’iine’ tu láaka yóok’o kaab, tumen mas kóoch’. Kin afirmartik teche’ ka’ap’e k’iine’ jin laj jóoya’tike’ , ju nakle jóoya’tke tak yo beinte, treinta wa tak yook sien leguas ju naklin jóoya´tke. Lete’ yo sien leguas beyo’ kin wa’ tun teche’ tak dies u chúuj jin biske’, le kin wa’alik tech dies u chúuj ja’i’ dies ts’ono’ot kinin ch’a’, pero chen unp’e chúuj kinin buut’e’, wa ka’ ts’aato’on poder Jesús jek beetke.

Ma’alo hijos jin ts’ik te’ex ba’ax a k’ate’exe’

—Pos yaan a ts’ik in ts’oon, yaan a ts’ik in chikote, yaan a ts’ik ten in karro, yaan a ts’aik in tsíimin, yéetel e chúuj. Wa tumen ma’ak beetke’ Señor, mento’on jich’kaal frente del mundo, al centro del mundo, ti’ ka’ jich’ik kaal te’ tu’ jo’ kaajo’, ti tu ya’alo’ob kíimsa’al, wa ma’ tu mente meyajo e ka’atu máako.  Ma’alo ijo, pos ko’oten a ch’a’, antes ma’ lo’ojok yook’ kaabi. Bueno entonces ka’ tun  bin ts’aab ti’o’, pos ka’ tun bin tia’ala las siete k’iine’ ts’u ts’a’ale armas tio’, u ts’oono’, ts’aab u chikote, u xóolobi bin, u karro, u tsíimin, ka’ tun bin tia’alo’ob ti’ Jesús.

—Ka’ ts’aab tun tio’bi, entonces las siete k’iin ka’ ts’aab tun e unu’ukul jóoya’ leti’o’ beyo’, le chan chúuj beyo’, yéetel u ts’oon, u chikote, yéetel u xóolobi, yéetel u karro, yéetel tun juntu tsíimin, pero kukut’ ts’oyaan tia’ u kóolke’ karro e ja’o’, yéetel juntu le tsíimin iik’al, juntu tun tsíimin cháak tun Iikal e lelo’ tak tunich kun ok’oste.

Le primer  tsíimno chen che’ kunu luubes, naj kunu  luubes. Le segundo le tunich, tak paak’iinaj yaanu luusik’, tak tunich kun ok’oste’.

Oye Jesús —Ma’ óojli óoxtu tsíimin k’aabet to’on, le tsíimin ti’a ka’ meyanakon. Unp’e tsíimin beey chen k’éewel yéete baake’, aura le tsíimin le iik’alo ump’e blanco tsíimin. U la tsíimin k’atik tech ti’a’ cháak tun iikal, tak yóok’o tunich je’ yo’otke’.

¿Jach tun ja’ beetke’? ¿Jele’?

¿Ja’ beetke’exe’? ¿Je’ele?

Le primero, lelo’ ma’ chen che’ kunu luubes.

Le segundo tune’, tak najo’obe de tunich kunu lu’use’, ts’ookle’ ku mentik u yok’oste tunich’, tu final yaan u kíinsko wíinik way te’ yóok kaaba, pero ma’ ts’aab permiso tumen Diosi, chen tun le ja’ le iik’o año por año yaan u mentik chen ti’ Yucatán, yaan orae yo’ ja’ ku mentik.  —Leti’ tun u k’aate ti’ Dios. Primera vez e mundo.

—Ka tu ts’aa las siete k’iin tu láaka le armas ka’ tu ya’alo’ nuka u preparto le ja’o’. Ts’aa unp’e calabaso u ti’ lu jóoyatke ti’ yo’ sien leguas. U ja’i dies ts’ono’ot le kunu chup e chan chuujo. Ts’o’okle’ nuku ts’ao yook’e karro ti’ lu bino’ob yóok’ sien leguas u jooyabo’. Ts’o’okle’ ku ka’ su’uto’ob u ch’a’o’ u je ja’.

—Ku ka’ a’alik Jajal Dios.

—¡Ay ijos! Wa ja ka’ suute’ex yook’ kaab, mejore’ wa  ts’aa jóoya’ te’ chik’ina, ka’ bin chik’in ka’ jok’o tu xuul e kaaj ts’aama’, yaan xan ch’e’en ti’ la ka’ chupi, ka ka’ suut’ tu ka’atena, ka’ bin tun xaman, ka’ jok’o xan xaman yaan ch’e’en in ts’aami’, ka ka’ chupke’ chúujo, ka taa nóojol, ka crusartik tun ti’a’ a jóoya’tike, tumen e yóoko kaaba’ ju joopo.

—Entonces ka’ péenajo’ e ka’atu máako’ob Cháako’.

—Le ka’atu Kruso’ lik’a’an tu kontra Dios ka’ache’, pero arrepentirnajo’ob ka’ joop u ch’ik u lastima bey yóok’ kaab, men ta’aytak u joopo’, tumen mix tun ts’aaik santo ja’, e ka’tu Santa Cruz ts’aano, ka tu ka’aku li’isko’obe ja’, pero tun burlarta’a, tun yauta, ku che’ejtalo’ menu masi k’aaso’, ku pu’ulu tu xuul yóok’ kaab, mix tun meyajo’. Lete’ tun e ka’atu máako ka tu sedertubaob ti’ Diose, pos ka’ tu’ ya’ala las ceis ka’ k’uube puesto ti’o’ beyo’, ka’ ch’a’abe tu’ láaka e k’uuban te’ Yuum Kruso, ka’ ts’aab ti’o’.

—Ka’ tun tu ya’ala las siete k’iine e ka’atu máako’obo ts’o’ok tun u máan tun ch’a’obe le dies u ja’i e ts’ono’oto te chan chúujo, te’ tu laj but’o’ bin, ts’ook u laj buut’oko’obe’ ka’ tu ch’uyo’obe’ ka’ tu’ ts’ao te yook’le karro, ka’ tun tu’ chicotearto óotsi le chan tsíimno, taitak u lúubu, chen baak de k’éewel, ts’ooya’an, tumen e ka’atu tsíimin ts’aab ti’o’  juntuul u tsíimin iik’al, juntuul u tsíimin cháak tun iikál, lelo’ tak tunich ju yook’oskunte.

Entonces ka’ tun bin tu li’iso’ob e santo ja’, la’ tun xiib las siete k’iine, las ocho tune laj chuup e dies ts’ono’ot tu buut’o’ te chúujo ka’ tu na’ak’so’ te’ karro, ka’ tun bino’ob tu chun lak’in, ti’ lu chuno tu kantis kaj, tu li’iso’ob tun e santo ja’, ja’, ja’, ja’, ka’ tia’ala bin las ocho k’iine san jóok’ok tu xuul kaab ti Chik’in, le ja’o’ samu laj weko’ob  dies u ja’i’ e ts’ono’ot, markado tun tio’obe, tu’ux yaan u jeel kunu je’o beyo’, sáal tuunich ts’aan, u laj ts’iiba’an Dios e ts’ono’ot u ti’a’  u buut’o e jao’ te chan chúuj tu ka’ateno’. Ka’ tun bino’ob tu ka’ten tun beya’ tu xuul xaman, tu xuul yóok kaj xaman bino k’aaxal ja’ beyo’. Jelo’ ka’ tu sutubao’ tu’ ka’aten bey noojol, ka’ tun tu mento kruz bey way te yóok’ kaabe ka tia’ e lelo’ tun ts’aaik las dies k’íin, las onse k’íin sáamu laj jóoya’ate’ bey yóok’ kaab, taytak u jo’opo’, tia’alobe ka’ap’e k’iin kenu jóoya’ato’, ts’ookle ma’, ka’ tia’ medio día, sáam maanko’obi.

—Entonces tan tun bin u mano’obi bey le ka’ tu suto’ob te’ xaman beyo’, tan tun u burlarta’alo’ob, tun xoo’ch’i’italo’ob, tan bin u lechtalob tumen e masi k’asilob. Komo yaan ts’oon tiobe’, yaan u chikote ti’o’, je’ max kunu burlartubae’, ts’oone’ex, jats’e’ex, lete’ tun lelenki le cháako desde ma’ waake’ bin u chicote beey u jaats’ik ump’e wak chen chicote p’a’ yéetel le yaan, laka tun u jach iko min jach ku mentik k’aas ma’ tu uuko t’aano ku machku ts’oone len tan tan saamu ts’oone, ku ch’úuyik, ku ts’aaik ichil le carro, ku bin, hasta tun nu ka’ jóoyate’ beey yook’ kaab, ku yiilik 13 bin u tuulu e balu ku vengartuba, leti’ ku mentik k’aas ti’ e Yuum Cruz, mix tun jóoyatke’ yook’ kaab, lete’ tun saam ch’uukobo, xaan u ch’uuko tumen e ka’atu máakobo, le ka’atu Yuum Santa Cruz ku bisa ventaja, pero le ka’atu máako beeyo, ka’atu máak chingono, pos tu presentarto tun ti’ Dioso.

—Ka’ tun bin tu yila Diose las onse sáam síisak yóok’o kaab, sáam k’áaxak santo ja’, tu láaka je’entu’uxake’.

Tumen Diose jach u k’aabae leti’ Jesús Nazareno.

Kiako’ob tun bin ti’. Jalibe Jesús, táalo’on a’al teche’, ma’ taan k’eeyko’on, beinte u ja’i’ ts’ono’ot tik weka’ ka’ ch’u’uli yóok’ kaab.

Mix ba’ ti’ ijo, tak sien unp’éelel  ts’ono’ot ka weke’ex, mix k’aasi, lete’ u bila in ts’aami’.

Jelo bin. Ka’ a’ala ti’obe’.

Ja’alibe Jesús jaytu’ e máak ku bengarkuba waye’, le ba’ tin menta, le ka’atu Kruso’ ma’ u menta kuenta, ts’oonbi menta jeeloba’, tumen e ba’aloba beey t’eele’, yaan u kresta beyo, bey xkaax yaan u korona, bey u p’óok bin, ka’ tun bin a’alatiobe:

—Ja’alibe ba’ale’ex —ki bin—, bin ka’ kuuxkinte ijoa’ kia’alik men Dios. Le ba’ ka’ taase’ex k’u’ubila laj kíimeno’ob, laj ts’onano’ob, min ka’ kuxkinte. In k’aat in u’uyte’ex ba’ax tun ten ka’ mentke’ex k’aas ti tu láaka le ku jóoyatke’ yóok’ kaab.

—Aam, to’one, kio bin- tumen to’one tan ilik tun chen taalo’ob, chen bibo, chen bibesa a’alik máak k’aas bakan, kio’ bin ts’u arrepentiro’ob ma’ uts’  ba’ ku mentko’obi’, ka’ tun a’ala ti’ men Diose’:

—Ay ijos ts’aa wike’ex tun, te’ex tan wake’ex chen baxa’ ka mentke’ex. Tumen e máak in proponerka ma’ de ba’axlobi’ ti’ orden; ka’ p’aatkaba burlartaba, ka’ p’aatkaba tio’ a mentik k’aas tie’, yaan ts’oon ti’, yaan chicote ti’, beora ku jet ku jol a wiita’, beora ku ts’oonkecha’, ka’ ts’áake’ex a presentarbi ti’ teen, bik táaka ka’ beete’ex u je beyo’.

—¡Ma’alo in Yuum!

—Ka’ tun bin tia’ala Diose:

—¡Jalibe ijos! binu ka’ in p’aate’ex anio por anio yaan a jóoya’atke’ex ten yóok’ kaab, yaan a jóoya’atke’ex tu’ux in ts’aami aalak’o, tumen tu’ux yaniko’on beya’ u yaalak’o’on Jajal Dios, bey u yaanta unp’e wakaax, wa wáalak’ peek’, a wáalak’ k’éek’en, a wáalak’ teech ka mandar, ma’ letio’ob mandarkechi, teech xan tséento’ob tumen a wáalako’ob. Entonses bey tu’ux yaniko’on tu no’oj k’ab Diose’, beey yanikon u ts’aamilo’on bey aalak’one’.

Ka’ tun bin aala tun te’ cháako’obo’.

—Bueno. Ma’alo ijos binuka’ p’áata bey kuenta in ijos xane’, kex líik’e’ex tin kontra a beete’ex ten k’aas, tu’ux kin walik te’exe’  k’aas. Tu’ux kin walike’ mentik uts’e’, uts’ ku bin to’on, mentik k’aas, k’aas kun bin tech, ki bin u t’aan Dios ti’ob. Lete’ tun mentke’, pos wa terkoeche’ kasi a ti’a’, wa pendejoech je’ tu’uxake’ ja’ maane’, tumen e lelo’ u hijoech Jajal Dios, tumen terko e lelo’ u ijo Satanas, mix uts’i.

—¿Max a’almi’ beyo?

Jajal Dios a’almi’  te’ Yuum Cháako.

—Pos Ja’alibe ijos ts’a’ ts’ike’ex a boluntades, ts’a’ mentke’ex e mejay kin mentko, je’ bix in tuuklike’, ts’a’ meyajtke’ex, ka wojete’ex tun beoritas tene nika’en in Loj yóok’ kaab. Bin kin mentka’ nailex, binkin mentk a ka’ale’ex, tumen beeya Jajal Dios tu láaka ku mentku káaja, tu laj ts’aa u lugar.  Ka tun p’aat tune’ u sentro e yóok’o kaaba’ to’on tun tu ts’aa way te ikna le tres personas te jo’ kaaj e Santo Cristo ku menta u fiesta u menta u man k’iin.  —La ka’ tun bin tu ya’ala Diose, tu laka le ba’ kin ts’iibatik tech waye Señor.

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